EL USURPADOR POR EXCELENCIA: Yacia semipodrido el loco en el Jardin de los Dementes -ahogado en sus propias heces- cuando de repente un dia tuvo un momento de lucidez, y reprocho a Dios que le robara la vida y su proposito, convirtiendolo en un engendro babeante de hombre; pues escribia a capricho el destino de los hombres en las estrellas. Por eso mismo, si todo poder por pequeño que fuese era una usurpacion, entonces el, Dios Todopoderoso -conocido tambien como el Arquitecto del Mundo-, era el usurpador por excelencia. Y dicho esto, se despeño de nuevo en el abismo turbio de la locura.
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UN POETA SIMBOLISTA: Tumbado una noche de espaldas sobre la hierba del jardin; un poeta simbolista contemplaba absorto la vastedad del firmamento. Cuando de pronto -inadvertidamente-, le entro una luciernaga en la boca.
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UNA ROSA: El sepulturero sigue de cerca mis pasos advirtiendo algo de humano en mi figura imposible que es como una errata de hombre, y visita con frecuencia el cementerio. Pues en ningun otro sitio permanece suspenso, como aqui, la melancolia del tiempo. Y entre los solitarios muros del cementerio gusta imaginarme que, apestado de los hombres, al menos una bella y enigmatica mujer envuelta en un halo de misterio, acompañara un dia el ataud con mis restos a la ultima morada, sobre cuya lapida desnuda cada aniversario en mi recuerdo sus gestiles manos depositaran una rosa.
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SAURO: El paso del tiempo lo acaba engullendo todo -lenta e inexorablemente- ¡con garganta de sauro!.
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OSARIO ANDANTE: Se adensa la noche en la urbe enloquecida, donde mis febriles y errabundos pasos se encaminan a ninguna parte. Y a veces se cruzan con los del perro apaleado, cuyo maltrecho cuerpo, pesa mas que el osario andante que soy sobre la faz de la Tierra. Pues nada mas que eso es un Espectro: ¡pura levedad!. Como voz perdida en la dfistancia, o un delicado hilillo de saliva.
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CORINA (I)
Solo cuando estaba enamorada y por un breve espacio de tiempo (mientras le duraba la pasion), CORINA conseguia ver la vida con la alegria con que se le hinchan y se le desinchan los carrillos a un trompetista de jazz. Y cuando la pasion de pronto se esfumaba, como banco de niebla que llega a una ciudad y se va, necesitaba sentirla de nuevo con desesperacion. Pues era para Corina, la pasion, el veneno que activaba la circulacion sanguinea de su universo particular. Ella no cree en esa clase frecuente de amor que se va gestando dia a dia, con esfuerzo pero sin grandes sobresaltos. No es eso lo que desea para si. Sino sentir a cada momento que la fiebre de la pasion secude su existencia, con la soltura y determinacion parecidas al barman que, invariablemente cada noche en un club, agita la coctelera para mantenerla viva.
CORINA (II)
Amor, amor: oro negro. Cuento de hadas entre Principe y plebeya. O de ameba y ser poliedrico, si funciona la quimica. Un misterio. O ese primer chispazo entre adolescentes que es el amor mas puro. El ha entrevisto ya -un dia de picnic-, el bello del pubis de CORINA teñido de rojo. Como un titular a cuatro columnas. O un saludo a las multitudes. Y para ella es un crack de muchacho; de muchacho de acrobacia aerea que nunca se ha subido -por ahora-, a un hermoso pajaro de acero. Sin apenas un momento de resuello CORINA necesita amar y ser amada. Sentir que le alcanza el rayo de la pasion y le va creciendo el corazon en el pecho, al modo como lo hace, la burbuja de cristal caliente de un soplador de vidrio.
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AMNESIA: Se hizo la luz -repentinamente- en su memoria. ¡Tragedia!
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UN CALLEJON APENAS TRANSITADO: Un dia recale en un callejon infestado de ratas apenas transitado en el centro mismo de la gran ciudad (consagrado al placer de mis tormentos, los recuerdos). Cuando hizo de repente su aparicion la lozana figura de una dama de femineidad deliciosa y rendido a sus pies -era mi ensueño- le declare mi amor con bellas palabras, esperando ser correspondido. Mas ella con risa burlona respondio sacudiendo negativamente la cabeza no deseando forzar el destino y atar su vida a la mia, siendo vago eco o remoro latido de hombre. Pese a reconocer en secreto, que tenia cierto atractivo mi majestad arruinada de criatura humana y no habia encontrado nunca, hasta ese dia, un pirado mejor que yo.
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POEMA DEL ARGONAUTA: Soy el argonauta del metropolitano, mi poder sobre las vias es omnisciente. De pie en la plataforma, entre dos vagones, juego a la ruleta rusa. Si me precipito y muero, al menos lo hare joven. Si de viejo -tal vez- lo acabe lamentando: lo malo de envejecer, es que todo envejece con uno.
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LA FUGACIDAD DEL INSTANTE: Hoy, en la noche del 31 de Diciembre, levanto la copa para brindar por un año nuevo, y escucho un crujido dentro de mi. Una larga y constante sucesion de crujidos -me digo entonces- sacudiran en adelante mi envoltura carnal. Y un dia mis cenizas, serian aventadas al aire por una mano caritativa. Asi las cosas -fruto de un compromiso de todo mi ser por entero-, juro desde este momento vivir a fondo, tan solo, ¡la fugacidad del instante!.
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POEMA SIN TITULO: Aterrado, fijo su vista en la faz del verdugo. Cuando miraba a la silla electrica, ¡solo veia en ella una expresion de eficacia!.
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EFECTOS COLATERALES DE LA CIENCIA: Quien visitaba por primera vez el manicomio, se llevaba para siempre en la retina la indeleble estampa del niño-loco. Que fue lobotomizado en el claustro de su madre, y nacio gato, maullando a la luz de la luna.
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